Estados Unidos decidió revelar el próximo 1 de julio de 2025 si ha alcanzado o no un acuerdo con Ecuador respecto al arancel del 10 % aplicado a las exportaciones ecuatorianas desde abril pasado. Esta medida, anunciada por Andrés Robalino, viceministro de Comercio Exterior, es directamente unilateral, por lo tanto, sólo la Oficina del Representante de Comercio de EE. UU. (USTR) puede confirmarla y marcará un punto clave en la estrategia comercial ecuatoriana
Ecuador y EE. UU. han sostenido hasta la fecha tres rondas de negociación, tras una primera cita a finales de mayo, seguida de una segunda reunión en suelo estadounidense y una tercera, programada para el 28 de junio de 2025. El optimismo del viceministro Robalino, quien señaló que se han generado “muchas noticias positivas”, refleja la influencia que puede ejercer el estatus de Ecuador como país en desarrollo, así como el contexto geopolítico favorable.
Dentro del marco de la negociación, Ecuador es uno de los cuatro países latinoamericanos —junto a Chile, Argentina y Costa Rica— invitados a la mesa de diálogo situación que resalta la relevancia de estas conversaciones en comparación con otras naciones de la región. Este hecho destaca la opción de consolidar no solo la eliminación del arancel, sino también avanzar hacia un acuerdo comercial más amplio y estructural.
Aunque los detalles específicos de los productos contemplados en el acuerdo no han sido divulgados, Robalino adelantó que se contempla una lista escalonada de productos, similar a la dinámica utilizada previamente en acuerdos con Reino Unido Asimismo, se ha planteado la posibilidad de abordar impuestos relacionados con el acero, cuyos efectos también afectan a las exportaciones ecuatorianas de manufacturas.
El momento elegido, el 1 de julio, coincide con la expiración del plazo de revisión unilateral por parte de EE. UU., lo que convierte este anuncio en un punto decisivo para los exportadores, especialmente de banano, flores, camarón y otras agroexportaciones claves para Ecuador. La eliminación o no del arancel impactará directamente sobre la competitividad y las condiciones de acceso al mercado estadounidense.
El Gobierno ecuatoriano, encabezado por el ministro Luis Alberto Jaramillo y con participación activa de gremios privados, ha hecho gestiones diplomáticas y comerciales intensas. Estas acciones buscan no sólo mantener la estabilidad arancelaria, sino dar un paso trascendental hacia un tratado de libre comercio con Estados Unidos, aspiración que ha sido reiterada como una meta de largo plazo.
El pulso que Ecuador sostiene con EE. UU. gira en torno a dos objetivos: lograr la eliminación del arancel del 10 % como medida inmediata y sembrar las bases para una relación comercial estratégica más profunda. El anuncio del 1 de julio determinará el éxito de la primera meta y condicionará los pasos futuros hacia un acuerdo integral.
Para el sector exportador, el resultado definirá el nivel de certeza para la planificación económica de los próximos años. Si bien Ecuador ha mostrado fuerza y aprovechado su condición de país en desarrollo y buenas relaciones diplomáticas, el anuncio definitivo sigue en manos de EE. UU.
Fuente: El Universo