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El diésel en Ecuador cambia de reglas: baja de precio y entra en sistema de bandas

Desde el 12 de diciembre de 2025, el precio del diésel en Ecuador ya no está congelado y comienza a ajustarse mensualmente conforme a la cotización internacional del petróleo. Esta modificación, oficializada mediante el Decreto Ejecutivo 242, implica la entrada en vigor de un sistema de bandas que permitirá variaciones de hasta un 5% al alza o de un 10% a la baja, según el comportamiento del mercado global.

Con esta medida, el precio del diésel premium pasó de USD 2,80 a USD 2,76 por galón, y se mantendrá vigente hasta el 12 de enero de 2026. Esta transición busca aplicar una fórmula más dinámica y transparente, eliminando distorsiones artificiales que por años mantuvieron los precios controlados. El esquema ya se venía utilizando para otras gasolinas como la Extra y la Extra con etanol, que también registraron una disminución, situándose en USD 2,72 por galón. En contraste, la gasolina Súper Premium 95 tuvo un incremento de 13 centavos y ahora cuesta USD 3,53 por galón, debido a que su precio se rige por el libre mercado y está directamente ligado al valor internacional del crudo.

El Decreto Ejecutivo 242, publicado el 11 de diciembre de 2025, reforma el reglamento para la regulación de los precios de los derivados de hidrocarburos. En este documento se establece, entre otros aspectos técnicos, la incorporación de un nuevo cálculo del componente “PM” (Precio del Marcador), que ahora excluye el “Renewable Volume Obligation” (RVO), una obligación relacionada con mezclas de biocombustibles en Estados Unidos. También se detallan disposiciones transitorias, como el uso de un promedio de los últimos 15 registros disponibles del marcador USGC para establecer el precio de referencia, y el uso del Precio de Paridad de Importación sin margen de abastecedora, hasta enero de 2026.

Esta decisión se sustenta en informes técnicos y económicos elaborados por la Empresa Pública Petroecuador, la Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos (ARCH) y el Ministerio de Economía y Finanzas, con el fin de establecer un mecanismo que optimice la estabilización de precios para el segmento automotriz. El Gobierno justifica este cambio como parte de una política pública que apunta a modernizar el sistema de comercialización de combustibles y asegurar la sostenibilidad fiscal, reduciendo el impacto del subsidio a los combustibles sin eliminarlo de forma abrupta.

La nueva política de bandas no solo marca un giro técnico en la forma de calcular los precios, sino también un cambio estratégico en el manejo de los recursos energéticos. El ajuste busca reflejar los costos reales del mercado, incentivar un consumo más eficiente y garantizar una mayor transparencia en la formación de precios. No obstante, al tratarse de un combustible clave para el transporte y sectores productivos, la implementación de este sistema será monitoreada cuidadosamente por el Gobierno para evitar impactos bruscos en los precios al consumidor.

Fuente: Teleamazonas

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