La industria marítima y portuaria a nivel global atraviesa un escenario de fuerte inestabilidad, condicionado por la implementación de nuevas medidas arancelarias en Estados Unidos, ajustes en el despliegue de flotas y un repunte desigual en la actividad de los puertos. A pesar de que el comercio mundial continúa mostrando resiliencia, las tarifas de los fletes vuelven a situarse bajo una intensa presión, dibujando un panorama complejo para el cierre del año.
Las dinámicas de la política comercial estadounidense han vuelto a generar tensiones en el sector. Recientemente, se han conocido anuncios sobre posibles aranceles del 100% a productos farmacéuticos, 50% a gabinetes de baño, 30% a muebles tapizados y 25% a camiones pesados fabricados fuera de Estados Unidos. Aunque estas declaraciones aún no cuentan con un respaldo normativo oficial, reflejan el tono proteccionista que vuelve a influir en la relación entre el comercio y la logística internacional.
De manera paralela, la industria se prepara para la entrada en vigor, programada para el 14 de octubre, de nuevos gravámenes aplicables a buques construidos en astilleros chinos o que son operados por líneas navieras de ese país. Esta medida añade un nivel adicional de incertidumbre, y sus efectos ya comienzan a notarse. En la ruta del Transpacífico, por ejemplo, se observa una reducción en el uso de buques de origen chino, que pasaron de representar entre un 25% y 30% del total en el primer semestre de 2025, a una cifra de entre 20% y 25% en las últimas semanas. Este tipo de políticas no solo impactan los costos operativos, sino que también obligan a las navieras y a los puertos a adaptar su planificación ante cambios repentinos en los flujos de carga.
En el ámbito portuario, el desempeño ha sido mixto. El Índice Global de Desempeño de Puertos de Contenedores retrocedió un 1,1% mensual en julio, aunque registró un crecimiento interanual del 4,1%. Este contraste evidencia una transición desde un primer semestre impulsado por un adelanto de las importaciones, hacia una segunda mitad del año marcada por una desaceleración. Las diferencias regionales son notables, con el mayor dinamismo proveniente de Medio Oriente y el Sur de Asia, que acumulan un crecimiento del 7,8% en 2025, seguidos de Europa con un 6,5%. En Norteamérica, los volúmenes han estado fuertemente influidos por los ciclos arancelarios. El puerto de Los Ángeles, por ejemplo, reportó en julio su mes más activo en 117 años, con un alza del 6% respecto al año anterior, a pesar del inestable contexto comercial con China, su principal socio durante más de tres décadas.
El comportamiento de las tarifas de fletes refleja con claridad la fragilidad actual del mercado. Los datos más recientes muestran una fuerte erosión de las tarifas, con niveles en las rutas del Pacífico y Asia-Europa cayendo a mínimos no vistos desde el inicio de la crisis del Mar Rojo. Las tarifas desde el Lejano Oriente hacia la Costa Oeste de Estados Unidos se situaron en 2.311 dólares por contenedor de 40 pies (FEU), mientras que hacia la Costa Este alcanzaron los 3.278 dólares. Con destino al norte de Europa y al Mediterráneo, los valores se ubicaron en 1.735 y 1.990 dólares, respectivamente.
Fuente: Mundo Marítimo