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Trump impone aranceles del 15 % a todas las exportaciones de Ecuador hacia EE. UU.

A partir del 7 de agosto de 2025, todas las exportaciones ecuatorianas hacia Estados Unidos estarán sujetas a un arancel del 15 %. Así lo establece la Orden Ejecutiva 14257 firmada por el presidente Donald Trump, la cual impone tarifas ad valorem a productos de múltiples países como parte de una estrategia de “reciprocidad arancelaria” para reducir el déficit comercial estadounidense.

Ecuador se encuentra incluido en el Anexo I del decreto, donde se detalla que las importaciones provenientes del país recibirán una tasa específica del 15 %, sin distinción por tipo de producto o industria. Esto implica que bienes clave como banano, camarón, flores y atún, principales rubros de exportación ecuatoriana a EE. UU., estarán sujetos a este incremento, afectando su competitividad y precio final en el mercado estadounidense.

Sin embargo, existen excepciones contempladas en la orden. De acuerdo con el Anexo II, ciertos bienes no estarán sujetos al nuevo arancel, entre ellos artículos relacionados con acero y aluminio, algunos vehículos y autopartes bajo medidas anteriores, productos farmacéuticos, semiconductores, minerales críticos, energía y derivados energéticos, así como aquellos contemplados bajo exenciones de seguridad nacional y defensa. También se exceptúan productos que contengan al menos un 20 % de valor de origen estadounidense.

La medida se aplicará sobre productos ingresados a Estados Unidos a partir del 7 de agosto, salvo aquellos que hayan sido embarcados antes de esa fecha y que arriben antes del 5 de octubre, los cuales podrán entrar bajo el régimen anterior.

Este ajuste comercial forma parte de una política más amplia impulsada por el gobierno de Trump, que declara una “emergencia nacional” por los persistentes déficits comerciales de bienes, los cuales alcanzaron los 1.2 billones de dólares en 2024. La administración alega que estas cifras son resultado de prácticas comerciales no recíprocas por parte de sus socios, como tarifas desiguales, subsidios y barreras no arancelarias.

Para los exportadores ecuatorianos, la medida representa un desafío urgente. Deberán revisar márgenes de precios, buscar nuevos mercados o reorganizar logística para cumplir con los plazos que permitan evitar los nuevos aranceles. A su vez, las autoridades ecuatorianas podrían iniciar gestiones bilaterales para buscar alivios o ajustes sectoriales.

En términos económicos, el impacto no será uniforme: sectores con alta dependencia del mercado estadounidense, como el florícola o pesquero, sentirán la presión de forma más inmediata. El gobierno y gremios empresariales deberán reaccionar rápidamente para proteger empleos y mantener la competitividad internacional de Ecuador.

Fuente: Federal Register

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